lunes, 26 de agosto de 2013

Trabajo durante el embarazo: El embarazo no es una enfermedad. Por ello no debe ser impedimento para seguir tu actividad diaria normal, a menos que aparezcan dolencias asociadas al embarazo, o que realices algunas actividades más delicadas en el trabajo.


- Si trabajas en una oficina probablemente permanecerás muchas horas sentada. En tal caso procura tomarte una pausa con frecuencia para así no permanecer mucho rato sentada, intentando realizar ejercicios de estiramiento y relajación periódicamente.

Procura utilizar una silla de altura regulable con un respaldo que sujete la parte inferior de la espalda. Es importante, también, que mientras estés sentada el ponerte un alzapiés. No existen pruebas concluyentes que las pantallas de ordenador provoquen mayor tasa de abortos o malformaciones; por otro lado esto no queda tan claro con las fotocopiadoras.

- Si trabajas en el sector sanitario, deberás mantenerte alejada de los riesgos potenciales de malformación, que incluyen: exposición a gases anestésicos residuales, productos químicos usados para esterilizar el equipo (oxido de etileno y formaldehído), radiaciones ionizantes, ciertos fármacos anti cancerosos y exposición o contagio a infecciones como hepatitis o sida.

- Si trabajas en la industria, en algunos países se han publicado listas de aquellas sustancias que las mujeres embarazadas deberían evitar en el trabajo. Entre ellas se incluyen productos químicos como los agentes alquilantes, arsénico, benceno y el monóxido de carbono entre muchas otras.

- Si tu trabajo implica levantar mucho peso, ejercicio físico, trabajar muchas horas seguidas, turnos rotatorios o estar continuamente de pié, puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo así como de parto prematuro o de nacimiento de un niño muerto.

- Hay una amplia variedad de trabajos en los que puedes estar expuesta a infecciones (las maestras o asistentas sociales con la rubeola, los manipuladores de productos cárnicos o las que manejan animales con la toxoplasmosis, etc.), productos químicos o radiaciones potencialmente dañinos en el embarazo (las fotógrafas, trabajadoras de tintorerías, trabajos agrícolas, etc.).

Por esto te recomendamos que consultes previamente a quedar embarazada a tu ginecólogo y/o al médico de tu empresa quién debe ser conocedor de los riesgos que implica tu puesto de trabajo.
Si el lugar de trabajo que ocupas puede suponer algún tipo de riesgo para tu embarazo, al margen de que la legislación regula la puesta en marcha de los recursos necesarios para evitar estos peligros en las empresas, estás en derecho de solicitar un traslado temporal hasta después del pos parto.




Dr. D. Lluís Cabero i Roura
Presidente Sociedad Española Ginecología y Obstetricia

No hay comentarios:

Publicar un comentario