COMO COMBATIR LA ANSIEDAD
La
ansiedad es un estado de inquietud de carácter difuso que normalmente la
persona no puede explicar. Generalmente cuando se habla de ansiedad no se hace
referencia a un temor a algo concreto que se encuentra fuera de nosotros mismos
sino que la misma es la expresión de algún tipo de conflicto emocional interno.
A
grandes rasgos puede hablarse de dos tipologías de ansiedad: la ansiedad rasgo
y la ansiedad estado. Cuando se habla de la ansiedad rasgo nos referimos a una
persona que desde épocas muy tempranas de su vida ha sentido ansiedad y esta se
ha convertido en una compañera perenne a lo largo de la vida (generalmente
estas personas tienen un temperamento que las lleva a actuar muy rápido ante
las más diversas situaciones, son fácilmente excitables y les cuesta
relajarse). Al contrario, cuando nos referimos a la ansiedad estado es porque
existe algún acontecimiento (o conjunto de ellos) que hace que la persona
responda de manera ansiosa en momentos puntuales de su vida.
La
buena noticia es que la ansiedad se puede revertir, en muchas ocasiones sin
tener la necesidad de acudir a los psicofármacos sino a partir de una serie de
estrategias muy sencillas.
1.
Tómate tu tiempo para emprender las tareas cotidianas. Muchas de las personas
ansiosas se mueven continuamente de un lugar a otro, comen sin sentarse a la
mesa, hacen dos o tres cosas a la misma vez. Cuando enfrentamos el día con ansiedad y prisas, estamos
creando un círculo vicioso que genera más ansiedad. Por ello el primer paso
para combatir la ansiedad se centra en disminuir nuestro ritmo cotidiano.
2.
Controla los movimientos repetitivos propios de la ansiedad. Cuando nos
sentimos ansiosos tendemos a jugar nerviosamente con los objetos que están a
nuestro alrededor, movemos incesantemente el pie, caminamos de un lado al otro… .
3.
No dejes tareas pendientes. Una de las cosas que aumenta nuestro estado de
ansiedad es saber que tenemos tareas pendientes. Cuando enfrentas las tareas en la misma medida en que
éstas se te van presentando, estaremos eliminando de nuestra vida una fuente
ansiógena.
4.
Aprende a decir “no”. En muchas ocasiones la ansiedad aparece porque no sabemos
decir “no” y terminamos llenándonos de tareas que no nos permiten disfrutar ni
siquiera de una hora libre al día. La persona con tendencia a la ansiedad debe
aprender a jerarquizar, determinar cuáles son las tareas más importantes y
cuáles, definitivamente, no merecen la pena el esfuerzo.
5.
Reserva una hora diaria para dedicarla a las actividades que más te gusten. Cuando realizamos una tarea que
realmente nos gusta nuestro cerebro libera sustancias que no sólo nos hacen
sentir bien sino que también nos relajan.
6.
Cambia tu forma de pensar. En muchas ocasiones la persona ansiosa también es
muy rígida en sus ideas, es perfeccionista y se preocupa demasiado por los
acontecimientos venideros. Para controlar la ansiedad no basta con
regular los movimientos del cuerpo o con emprender las tareas de una forma más
pausada; es importante lograr un cambio interior donde aceptemos que la vida es
cambiante y que podemos errar pero lo importante es el camino, no la meta.
7.
Aprende técnicas de relajación o apúntate a ejercicios de Yoga o Tai Chi. En
ciertas ocasiones las estrategias anteriormente descritas no bastan para
combatir la ansiedad porque ésta se ha instaurado muy profundamente en nuestra
personalidad, entonces podemos conjugarlas con la práctica de ejercicios
físicos como el Yoga o el Tai Chi, que benefician a nuestro organismo y a la
misma vez nos permiten reencontrar la paz interior o por técnicas como la
relajación muscular progresiva o la respiración diafragmática.
Recuerda que tu bienestar es importante.
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