Toma una fotografía de tu
rostro un martes a medio día, después haz lo mismo un viernes a las 8 de la
mañana. En muchos casos podríamos colocar la segunda foto en el diccionario a
un lado de la palabra “desmotivado”. Para combatir el desgano que se acumula
durante la semana debemos recurrir a ciertos trucos que nos ayudarán a rendir
al 100 % todos los días.
1.
Haz un trato contigo mismo. Si has postergado mucho tiempo una
actividad que tienes que realizar, prométete alguna recompensa para cuando la
termines. Puede ser algo así: Cuando finalice este informe, me iré a tomar un
paseo por el parque y disfrutaré de un helado.
2.
Finge. Si no te sientes motivado entonces actúa como si lo
estuvieras. Por extraño que parezca, dentro de unos minutos realmente comenzarás
a sentirte con buen ánimo.
3.
Enfócate. Cuando quieras realizar alguna actividad, establece un
objetivo gene
ral y varios específicos para llevarla a cabo. Termina primero las
pequeñas metas y de esta forma te sentirás lo suficientemente motivado para completar
las obras más grandes.
4.
Como en los exámenes, lo más difícil primero. Si realizas los
pendientes comenzando por los que te generan más contratiempos al final tendrás
la energía para terminar por completo tus deberes. Esto facilitará en gran
medida la resolución de los las preocupaciones diarias y aumentará tu confianza.
5.
Inicia lentamente. En lugar de comenzar a hacer algo a toda velocidad,
visualiza la tarea y llévala a cabo lento pero seguro; también piensa en la
forma más eficiente de realizarla. A un ritmo lento es mucho mejor que no
empezar nada en absoluto.
6.
Compárate contigo mismo y no con los demás. Compara lo que
tienes y lo que logras con tus propios resultados, si lo haces con los logros
de otros, lo único que lograras será desmotivarte;
siempre habrá alguien que tenga más cosas que tú o que logre mejores resultados que los tuyos. No permitas que la
vida de los demás sea tu meta a alcanzar.
El examen de los resultados
es importante para que veas en la que te ha ido mal en el pasado y así evitar
cometer los mismos errores. Pero también es importante para ver cuánto has mejorado y lo lejos que has llegado.
7.
Recuerda tus éxitos. A menos que te la hayas pasado encerrado toda
tu vida, lo más probable es que tengas por ahí algunas cosas de las que te puedes
sentir orgulloso. Deja de recordar tus fracasos, recuerda tus éxitos y
regocíjate con ellos.
8.
Observa a los héroes. Lee sobre ellos, mirarlos, escucharlos;
descubre que fue lo que hicieron y lo que marcó sus vidas. Pero recuerde que ellos
son personas como nosotros,así que no admires al individuo sino a las acciones
que realizó.
9.
No temas al fracaso. En lugar de pensar en las metas que no
pudiste lograr, redefínelas acciones que no ocurrieron como tal como lo
planeaste, retroaliméntate y aprende de ellas.
Trata de encontrarle algo
útil a cada una de las desilusiones. Pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esto?
10.
Haz un estudio sobre lo que vas a hacer. De este modo, tus
expectativas se basarán más en la realidad. También escucha los consejos sobre
cómo sortear las dificultades que se pueden presentar en el camino. La gestión
de tus expectativas puede reducir la frecuencia de fracasos y disminuye la
falta de motivación que suele seguir cuando el entusiasmo se ha disipado.
Cuando sabes lo que le ha
ocurrido a otras personas en situaciones similares, puedes adaptar y probar sus
soluciones.
11.
Averiguar la razón por la que está haciendo algo. Si
no sabe o no tiene razones suficiente para hacer algo entonces será difícil y
poco placentero realizarlo.
12.
Toma la positivo. Aprender a pensar más positivamente en la
mayor parte del tiempo.
Aprende a desechar los
pensamientos negativos antes de que tengan la oportunidad de afianzarse en tu
comportamiento. Es obvio que no podemos estar bien y de buenas todo el tiempo,
pero procura que sea así la mayor parte del día.
13.
Desármalo. Separa tus tareas o proyectos en pequeños pasos.
Comienza por centrarte en ese primer pequeño paso. Sólo hasta que hayas
terminado con esa actividad puedes pasar a la siguiente y al hacerlo, centra tu
energía en la meta en turno, que no sea nunca más de una a la vez. Los pequeños
éxitos te mantendrán motivado y alejarán el
desaliento.
14.
Programa el consumo de información. Los medios de información
masiva tienen preferencia por los
pensamientos agresivos y negativos, ya que es lo que vende. Elimina de tu itinerario todos aquellos
programas que al verlos sólo te hacen sentir mal o deprimido. En vez de ver las
noticias, busca información útil: libros, blogs de auto superación o audio libros.
15.
Escucha mientras estás en movimiento. Construye tu
propia pequeña biblioteca de motivación y desarrollo personal en audio.
Escúchales mientras conduces, o cuando viajas en el autobús o en la bicicleta;
mientras corras o camines.
Fuente: http://www.pulsodigital.net
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