viernes, 11 de octubre de 2013

5 CLAVES PARA MEJORAR TU AUTOESTIMA


La autoestima es la opinión que tienes de ti. Algunas personas se tienen en un alto concepto; son esas que se creen valiosas y capaces. Otras, por el contrario, sufren del síndrome de “poca cosa” –se sienten inseguras e inferiores a los demás. Las primeras suelen vivir relajadas y felices y, sobre todo, con más éxito que las segundas, pues se sienten capacitadas para enfrentar los retos de la vida y merecedoras del éxito. Salta a la vista que tener un sano nivel de autoestima es vital para el bienestar total. Para fortalecerla y elevarla:

1. Refuerza la voz positiva
Haz una lista de las cosas que haces bien, tus talentos o aptitudes y tus mejores cualidades. Nada es insignificante: “Sé escuchar”; “Soy amigable”: “Tengo facilidad para los números”; “Cocino muy bien”. Repásala todos los días. Recuerda: la baja autoestima es el resultado de concentrarte en los signos de menos (reales o imaginarios), no en los de más. Este paso te ofrece una perspectiva más amplia.

2. Aprende a tratarte con respeto y consideración
Cultiva tu bienestar total. Para ello debes conocerte y saber qué necesitas para sentirte una persona realizada y feliz. ¿Comenzar un plan de ejercicios? ¿Cortar con una relación tóxica? ¿Capacitarte para un mejor puesto en el trabajo? ¿Invertir más tiempo en tus pasatiempos favoritos? Hacer el esfuerzo de llenar tu vida de todas esas cosas que te nutren en mente, cuerpo y espíritu, es un paso importante para sentirte un ser valioso y merecedor del respeto propio y ajeno.

3. Escucha tu monólogo interior
¿Qué te dices cuando intentas algo nuevo, si cometes un error o incluso al recibir un elogio? Tal vez “No sirvo para esto”; o “Ella dice eso porque no me conoce”. Préstale atención a tus pensamientos, pues estos te revelan la opinión que tienes de ti; ellos son la base de tu autoestima.



4. Aprende a identificar la voz negativa
Ahora que tomas nota del constante monólogo interno, aprende a reconocer a ese crítico. Quizás es un eco de alguien en tu pasado, un familiar o maestro que tú has interiorizado. Es ese que generaliza: “Siempre te equivocas”; o el que te etiqueta: “Eres un/una…”.

5. Desmiente y contra-ataca

De acuerdo con los sicólogos, reconocer la voz de ese crítico interior es la mitad de la batalla. Ya estás consciente de lo que te dices y del efecto que esto tiene en ti. Ahora puedes desmentirlo: “No es cierto que siempre me equivoco”. Acto seguido, recuerda todas las veces que NO te equivocas.



Fuente : http://vidasana.about.com

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lunes, 7 de octubre de 2013

Tips para el Manejo de la IRA




El enojo es una emoción natural de todo ser humano, es parte de nosotros mismos y aunque en nuestra cultura el enojo no es algo muy aceptable  no podemos negarlo ya que también es una forma de expresión  ¿Pero que pasa cuando esta forma de expresión se vuelve  ÚNICA  ante situaciones de estrés? 



El reaccionar de una forma repetidamente se forma una costumbre, por lo tanto a mas usemos una forma de expresión mas natural saldrá la próxima vez que sienta que me enojo. Esto en un futuro se pude volver una reacción que no discrimina cuando debo enojarme y un estado constante de enojo o ira y reaccionar así en cada ocasión lo amerite o no. 

Para esto se propone un ejercicio muy sencillo : 



1-Apunte en una hoja las situaciones en que ha perdido el control de la ira. Vea en estas situaciones que sintió o pensó . Trate de ver si hay un patrón (ejemplo: me enoje 5 ocasiones en esta semana, todas fueron con diferentes personas pero en todas me sentí atacado). 



2- Si hay un patrón  vea que tan realista es la sensación que experimento "¿Todos me atacaron? o en realidad solo lo interprete así y solo fueron duros o me decían las cosas por mi bien pero no con afán de atacarme? "






3- Desafíe  sus pensamientos. Si cree que lo están atacando, dude un poco de esto, vea que otra buena razón tienen estas personas para ser así, busque una explicación alterna a esta interpretación  (Tal vez no es un ataque, tal vez así se comporta con toda la gente pero no es su intención hacerme sentir atacado). 



4- Apunte estas explicaciones alternas, tráigalas a la mano y úselas para si mismo. (Me siento que voy a enojarme pero me detengo un momento y pienso en mis explicaciones alternas) 



5- Vea como poco a poco el reflejo del enojo va disminuyendo, compruebe que hay formas alternas de obtener respuestas y no solo enojandonos (habrá veces en que sera necesario expresar el enojo y esta bien, hay gente que solo al vernos enojados reacciona, pero también es ver que la mayoría de la gente no necesita que estemos enojados para que reaccionen positivamente ante lo que pedimos o queremos.)


No es tan difícil como se cree, ¿ Qué esperas? aprende ya a manejar tu IRA 

Fuente : http://www.taringa.net

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jueves, 3 de octubre de 2013


Si tienes este tipo de personas en tu equipo es mejor deshacerte de ellas antes de que afecten el clima laboral de tu empresa.


Desde un proceso de contratación a consciencia hasta un programa de entrenamiento intensivo; quizás hayas hecho todo lo que estaba en tus manos para encontrar y preparar a los mejores empleados para tu empresa. Pero no existe ningún sistema completamente infalible, y a veces una ‘manzana podrida’ puede colarse en tu equipo. 


Claramente, algunas personas necesitan sólo un cambio de dirección para ir por el buen camino, por lo que corregir ciertos comportamientos debe ser tu primer paso. Pero en otras ocasiones, los empleados pueden ser tan tóxicos que podrían contaminar todo tu espacio laboral, afirma Suzanne Benoit, fundadora de Benoit Consulting Services. 


“Puedes tener a alguien que sea muy bueno, pero que hace que otras personas de la oficina se vayan llorando a casa”, dice Benoit. “Si tienes personas que están interfiriendo con el desempeño de otros, entonces debes considerar despedirlas”.



Es una buena idea consultar con un consejero legal antes de despedir a alguien por su comportamiento, de tal manera que te protejas. Pero en la experiencia de Benoit existen tres tipos de empleados que te conviene sacar de tu empresa cuanto antes: 


1. El intocable: Si alguien se ha hecho a sí mismo “invaluable” o ha construido una relación demasiado cercana a alguien poderoso dentro de la empresa y está usando su posición para molestar a otros o recibir un tratamiento preferencial, la situación puede convertirse en dañina para tu empresa. Benoit ha visto situaciones en las que el dueño de la empresa ha renunciado a mucho control y se lo ha otorgado a un asistente o subordinado, al grado de temer despedir a esa persona. 



Quizás tu asistente o alguien de tu equipo esté cruzando la línea de su autoridad; o un vendedor novato está dando órdenes en toda la oficina. Si ves este tipo de comportamiento o sientes que hay una sensación de superioridad en algún empleado es momento de investigar la fuente y de ser necesario despedir. 

2. El agitador: Éste es el tipo de personas que pone a un colega contra otro usando los chismes, los rumores o las insinuaciones. El agitador puede encontrarse en el centro de cualquier drama oficinista, posiblemente observando y hasta comiendo unas palomitas. Y mientras que los argumentos pudieran parecer sin sentido, esta persona está causando alteraciones repetidas en el espacio de trabajo, lo que disminuye tu productividad y la lealtad de los empleados. 


Cuando hay una discordia repetida en tu oficina, fíjate en la persona que parece estar orquestándola; probablemente tratando de actuar como ‘intermediario’ o incluso comentándote varios eventos que ocurren en la oficina con el fin de involucrarte. Después, ten una discusión franca con esa persona de tus expectativas sobre cómo esperas que se comporte tu equipo. Si eso no funciona, debes despedir.

3. El renegado: A pesar del entrenamiento y de la corrección constante, esta persona simplemente no sigue las reglas y pone tu empresa en peligro. Ya sea no usando el casco protector en espacios de construcción o tomando decisiones que no están autorizados para tomar, los renegados están determinados a hacer las cosas a su modo. 


Este tipo de actitudes pueden terminar en una pérdida de clientes o hasta en amenazas para la seguridad. Y lo peor: cuando otros empleados vean que no todos siguen las reglas, podrían generarse más renegados.

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lunes, 30 de septiembre de 2013

Vístete como un emprendedor

¿Es mejor estar sobrevestido o pasarse de fachoso? Esta pregunta puede resultar muy extraña, debido a que implica que forzosamente te verás ridículo. Además, es un poquito limitante: Camiseta o traje. Shorts o pantalones. Zapatos o cholas.


De acuerdo, probablemente es mejor estar sobrevestido, porque al menos así no te verás como alguien flojo. “La primera pregunta que debes hacerte es, ¿puede interpretarse como una falta de respeto?”, sugiere Jay Adelson, CEO de la startup de geolocalización SimpleGeo. “Y si la respuesta es afirmativa, me voy a arreglar. Es una señal de inteligencia”.

Porque la vestimenta representa propiedad. Cuando te presentas, tu ropa connota consideración o falta de consideración. Si estás sobrevestido, tienes mayor oportunidad de terminar en el lado correcto de lo que es propio. Tu vestimenta termina siendo tu agente. Si tu agente es un tonto, podrías terminar consiguiendo el trato, ¿pero por qué correr ese riesgo?

Cada día es más común ver en los espacios laborales a gente usando jeans y camisetas para trabajar. Apple inició con esta tendencia en 1977 con un Steve Jobs en jeans, t-shirts y chanclas. Después, HP copió este código de vestimenta para competir con el talento en ingeniería (aunque Bill Gates también reclama el crédito). De cualquier manera, estas compañías cambiaron todo. Hicieron de la vestimenta casual un emblema. 
“Noventa por ciento del tiempo uso jeans, flip-flops y t-shirts. Usar una gorra y jeans para un velorio es irrespetuoso. Fuera de eso, la forma en la que te vistes es la forma en la que te vistes”, afirma Mike Repole, co-fundador de Vitaminwater.

Sin embargo, resulta extraño que aunque la vestimenta casual es una realidad, aún pensamos en el estilo en términos de formalidad: cuanto más avances en la escala del estilo, más “elegantes” son las prendas. Pero esto también te puede llevar a vestirte de más, lo que puede ser un grave error. Usar ropa que se siente rígida te hace parecer un impostor.


“Queremos que las personas sean ellos mismos”, dice Jeff Ckavier, fundador de la firma de capital de riesgo SoftTech VC. “Una inversión será potencialmente para cinco, siete o 10 años. Lo último que quieres es tener a alguien que se presente en traje y corbata cuando es obvio que no está acostumbrado a usarlos”.

A veces hay algo más en juego: “Si un desarrollador o un co-fundador de una startup llega usando pantalones caquis y una camisa de manga larga completamente abotonada, enviará un mensaje del tipo de desarrollador que es”, afirma Mat Meeker, cofundador de Meetup y Polaris Venture Partners. “Dirá que no deberían estar iniciando una compañía, sino que deberían trabajar en un corporativo para desarrollar en él”.

Si estás vestido adecuadamente (en ropa que te queda bien y en la que te sientes cómodo), siempre te sentirás casual. No importa que estés usando un traje de $15,000, si el traje te queda a la perfección, te sentirás relajado. 
La taxonomía de lo casual

En resumen, casual es una forma de pensar, no sólo de vestir. Pero eso no significa que no puedas tener una herramienta secreta a tu disposición. Algo que te ayude a sentirte cómodo y seguro. “Tengo un saco clásico, en azul marino, que guardo siempre en la oficina”, dice Meeker. “Si me reúno con emprendedores, uso jeans y una camiseta. Pero si me reúno con inversionistas, me pongo el saco. Es versátil y simple”.

De lo que habla Meeker es una de las herramientas más útiles de los negocios: el saco de repuesto. Este saco debe ser de dos botones (nunca en los brazos, a menos de que tu negocio esté en un yate) de color azul marino o gris oscuro. Procura que te quede a la perfección (que un sastre lo haya arreglado), que muestre un poco de camisa en las mangas y que no sea parte de un traje completo. El saco debe ser único y verse bien con prácticamente todo: jeans, caquis, tenis, lo que sea (nuevamente, menos con shorts, a menos de que estés en un yate).  

Si eres de los que caminan mucho con un maletín o una mochila, siempre guárdalo ahí. Si pasas mucho tiempo en el auto, guárdalo en el auto. El chiste es que siempre esté a tu disposición.

Un saco tiene muchas funciones. Permite guardar cosas, como mentas o papeles, y esconde otras como manchas o arrugas. Pero lo más importante es que sugiere cosas: que no eres flojo, ni tonto, ni del tipo de personas que dan todo por hecho. Que tú y tu idea o compañía probablemente no funcionan a la perfección, pero al menos lo estás intentando. Y ése es el punto. 


1. El casual forzado: Hay pocos intentos de estilo más desafortunados que parecer más casual de lo que en realidad eres. Y los que cometen este error pocas veces lo notan. No tienen otro punto de referencia que el que intentan tomar prestado de alguien más, por ejemplo, de sus hijos.

Algunas preguntas para saber si estás forzando tu look casual son: ¿Estás usando shorts aunque nunca te has considerado una persona de shorts? Podrías estar forzando lo casual.  ¿Usas lentes de sol que se le verían mejor a un director de cine alemán? Podrías estar forzando lo casual. ¿Hay alguna referencia o frase en tu camiseta que no entiendes? Podrías estar forzando lo casual.

2. El casual ambivalente: Éste es el look Zuckerberg. Sudadera, shorts, chanclas deportivas. Todo dispuesto de tal manera que parezcas lo contrario a alguien astuto o muy inteligente. Para poder usar este estilo necesitas ser muy bueno. Muy bueno.

3. Business casual (casual de negocios): Un término ahora sin sentido que era muy utilizado a finales de la década de los 80. Incluye pantalones plisados, camisa de botones y otros accesorios que ya no se recomienda utilizar.

4. Casual impecable: Otra forma de decir el casual apropiado. Es en este punto donde nos referiremos a los italianos. Ellos tienen una expresión muy útil llamada spezzatura, que dicta que la perfección viene de la ligera imperfección. Es una idea antigua, reintroducida en el mundo en 2006 por el director de moda de Esquire, Nick Sullivan. Este estilo permite pequeñas fallas y un sentido de estilo que permite la comodidad, la individualidad, e incluso la ambivalencia. Lo que los italianos quieren decir es que se puede lucir formal y casual al mismo tiempo.

Fuente: http://www.soyentrepreneur.com 

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viernes, 27 de septiembre de 2013

15 formas de mantenerte motivado


Toma una fotografía de tu rostro un martes a medio día, después haz lo mismo un viernes a las 8 de la mañana. En muchos casos podríamos colocar la segunda foto en el diccionario a un lado de la palabra “desmotivado”. Para combatir el desgano que se acumula durante la semana debemos recurrir a ciertos trucos que nos ayudarán a rendir al 100 % todos los días.

1. Haz un trato contigo mismo. Si has postergado mucho tiempo una actividad que tienes que realizar, prométete alguna recompensa para cuando la termines. Puede ser algo así: Cuando finalice este informe, me iré a tomar un paseo por el parque y disfrutaré de un helado.

2. Finge. Si no te sientes motivado entonces actúa como si lo estuvieras. Por extraño que parezca, dentro de unos minutos realmente comenzarás a sentirte con buen ánimo.




3. Enfócate. Cuando quieras realizar alguna actividad, establece un objetivo gene
ral y varios específicos para llevarla a cabo. Termina primero las pequeñas metas y de esta forma te sentirás lo suficientemente motivado para completar las obras más grandes.




4. Como en los exámenes, lo más difícil primero. Si realizas los pendientes comenzando por los que te generan más contratiempos al final tendrás la energía para terminar por completo tus deberes. Esto facilitará en gran medida la resolución de los las preocupaciones diarias y aumentará tu confianza.




5. Inicia lentamente. En lugar de comenzar a hacer algo a toda velocidad, visualiza la tarea y llévala a cabo lento pero seguro; también piensa en la forma más eficiente de realizarla. A un ritmo lento es mucho mejor que no empezar nada en absoluto.

6. Compárate contigo mismo y no con los demás. Compara lo que tienes y lo que logras con tus propios resultados, si lo haces con los logros de otros, lo único que lograras será  desmotivarte; siempre habrá alguien que tenga más cosas que tú o que logre mejores  resultados que los tuyos. No permitas que la vida de los demás sea tu meta a alcanzar.
El examen de los resultados es importante para que veas en la que te ha ido mal en el pasado y así evitar cometer los mismos errores. Pero también es importante para ver cuánto has  mejorado y lo lejos que has llegado.

7. Recuerda tus éxitos. A menos que te la hayas pasado encerrado toda tu vida, lo más probable es que tengas por ahí algunas cosas de las que te puedes sentir orgulloso. Deja de recordar tus fracasos, recuerda tus éxitos y regocíjate con ellos.




8. Observa a los héroes. Lee sobre ellos, mirarlos, escucharlos; descubre que fue lo que hicieron y lo que marcó sus vidas. Pero recuerde que ellos son personas como nosotros,así que no admires al individuo sino a las acciones que realizó.

9. No temas al fracaso. En lugar de pensar en las metas que no pudiste lograr, redefínelas acciones que no ocurrieron como tal como lo planeaste, retroaliméntate y aprende de ellas.
Trata de encontrarle algo útil a cada una de las desilusiones. Pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esto?

10. Haz un estudio sobre lo que vas a hacer. De este modo, tus expectativas se basarán más en la realidad. También escucha los consejos sobre cómo sortear las dificultades que se pueden presentar en el camino. La gestión de tus expectativas puede reducir la frecuencia de fracasos y disminuye la falta de motivación que suele seguir cuando el entusiasmo se ha  disipado.

Cuando sabes lo que le ha ocurrido a otras personas en situaciones similares, puedes adaptar y probar sus soluciones.

11. Averiguar la razón por la que está haciendo algo. Si no sabe o no tiene razones suficiente para hacer algo entonces será difícil y poco placentero realizarlo.

12. Toma la positivo. Aprender a pensar más positivamente en la mayor parte del tiempo.
Aprende a desechar los pensamientos negativos antes de que tengan la oportunidad de afianzarse en tu comportamiento. Es obvio que no podemos estar bien y de buenas todo el tiempo, pero procura que sea así la mayor parte del día.




13. Desármalo. Separa tus tareas o proyectos en pequeños pasos. Comienza por centrarte en ese primer pequeño paso. Sólo hasta que hayas terminado con esa actividad puedes pasar a la siguiente y al hacerlo, centra tu energía en la meta en turno, que no sea nunca más de una a la vez. Los pequeños éxitos te mantendrán motivado y alejarán el  desaliento.

14. Programa el consumo de información. Los medios de información masiva tienen  preferencia por los pensamientos agresivos y negativos, ya que es lo que vende.  Elimina de tu itinerario todos aquellos programas que al verlos sólo te hacen sentir mal o deprimido. En vez de ver las noticias, busca información útil: libros, blogs de  auto superación o audio libros.

15. Escucha mientras estás en movimiento. Construye tu propia pequeña biblioteca de motivación y desarrollo personal en audio. Escúchales mientras conduces, o cuando viajas en el autobús o en la bicicleta; mientras corras o camines.

Fuente: http://www.pulsodigital.net


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miércoles, 25 de septiembre de 2013

Trabajadores de nueva generación



Cada vez hay más ejecutivos alrededor de los 30 años en Colombia. Sus características y competencias especiales están haciendo que sus procesos de selección también sean diferentes.

Los procesos de selección y reclutamiento de ejecutivos están cambiando. La especialización funcional, también llamada selección especializada, ha venido ganando adeptos en el mercado colombiano gracias a que aumenta la asertividad y calidad de los procesos al poner a consultores especializados a que busquen, entrevisten y seleccionen a los candidatos. 




 Sin embargo, este no es el único cambio que está experimentando esta industria en la actualidad. 
Hoy por hoy hay un nuevo desafío para las firmas de reclutamiento y es cómo reaccionar frente a toda esa nueva generación que apenas está incursionando en el mercado laboral: los nuevos ejecutivos o, lo que es lo mismo, los futuros directores. 

Si alguna vez ha escuchado hablar de Generación Y, Z, Milenium o términos similares, deberá estar pendiente, porque son ellos los próximos jefes o presidentes de multinacionales.


Esta nueva generación nacida con el auge de un mundo digital carece de experiencia, pero muestra las condiciones necesarias para formar líderes o jefes en muy corto tiempo.

Son profesionales que se gradúan de las universidades con doble titulación, hablan más de un idioma, conocen de estrategias y liderazgo a través de foros y manejan cualquier dispositivo tecnológico con la facilidad con la que crean lazos personales en sus redes sociales. Por eso, no es extraño que mientras atienden una reunión hablen con un colega al otro lado del mundo o mientras esperan un avión den instrucciones a un grupo de trabajo.


 
“Antes el reto era encontrar el perfil, ahora no sólo es buscar el más adecuado sino saber si al empleado realmente le interesa quedarse en la empresa y si su plan de crecimiento responde a lo que el empresario puede ofrecerle. La personalización es la clave así se gaste más tiempo en la selección del candidato”, comenta Beltrán Benjumea, director ejecutivo de Michael Page Colombia. 

Encontrarlos no es fácil. Hacen parte de grupos de trabajo especiales que se pueden ubicar con mucho esfuerzo a través de Internet o más fácil en los servicios que brindan las compañías especializadas, a las que acuden para que les encuentren las mejores oportunidades disponibles en el mercado, mientras ellos se dedican a desarrollar ideas o iniciativas empresariales particulares. 

A ellos no sólo se les atrae con sueldos altos ni mucho menos se les retiene con presiones o amenazas de echarlos. Están decididos a irse de la empresa que los contrata si ésta no les ofrece expectativas de proyección o simplemente no se sienten realizados en su labor. 

Por el contrario, dice Beltrán Benjumea, “vemos que estos nuevos ejecutivos no temen a cambiar de trabajo cada seis meses ya que ellos no están dispuestos a quedarse toda la vida en una empresa”. 

Según la experiencia internacional de Page Group, firma que está en 35 países, su división especializada en la selección de ejecutivos para alta y media gerencia: “Ante esta nueva realidad, las organizaciones deben estar preparadas para fortalecer sus programas de acoplamiento a estos jóvenes ejecutivos. Brindarles un ambiente para que puedan desarrollar todo su potencial es muy importante”. 

Es cierto que no es un tema que ya esté generalizado -concluye el experto-, pero que en algún momento va a tocar a la puerta de su empresa y es mejor estar preparado. 

“En un mercado como el colombiano, en el que la demanda de ejecutivos supera de lejos a la oferta, lo mejor es anticiparse y reclutar a los mejores del futuro. Y esa es una tarea en la que las firmas especializadas tienen mucho por aportar”. 

Características de empleados Generación Y

- Estudian mínimo una carrera y ven como una obligación hacer un posgrado.
 
- Hablan mínimo dos idiomas. 

- Muchas veces están más preparados que sus propios jefes. 

- No tienen un alto interés por cumplir un estricto horario de trabajo. 

- No le temen a renunciar.

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martes, 24 de septiembre de 2013

Factores de Riesgo Ocupacional




FACTOR DE RIESGO: Se entiende bajo esta denominación la existencia de elementos, fenómenos, ambiente y acciones humanas que encierran una capacidad potencial de producir lesiones o daños materiales, y cuya probabilidad de ocurrencia depende de la eliminación y/o control del elemento agresivo.

RIESGO: Se denomina riesgo a la probabilidad de que un objeto material, sustancia ó fenómeno pueda, potencialmente, desencadenar perturbaciones en la salud o integridad física del trabajador, así como en materiales y equipos.

FACTORES DE RIESGO FÍSICO - QUÍMICO: Este grupo incluye todos aquellos objetos, elementos, sustancias, fuentes de calor, que en ciertas circunstancias especiales de inflamabilidad, combustibilidad o de defectos, pueden desencadenar incendios y/o explosiones y generar lesiones personales y daños materiales. Pueden presentarse por:

  • Incompatibilidad físico-química en el almacenamiento de materias primas.
  • Presencia de materias y sustancias combustibles.
  • Presencia de sustancias químicas reactivas.

Representan factor de riesgo los objetos, puestos de trabajo, máquinas, equipos y herramientas cuyo peso, tamaño, forma y diseño pueden provocar sobre-esfuerzo, así como posturas y movimientos inadecuados que traen como consecuencia fatiga física y lesiones osteomusculares.

  • Pisos, escaleras, barandas, plataformas y andamios defectuosos o en mal estado.
  • Muros, puertas y ventanas defectuosas o en mal estado.
  • Techos defectuosos o en mal estado.
  • Superficie del piso deslizante o en mal estado
  • Falta de orden y aseo.
  • Señalización y demarcación deficiente, inexistente o inadecuada.


FACTORES DE RIESGO BIOLÓGICO: En este caso encontramos un grupo de agentes orgánicos, animados o inanimados como los hongos, virus, bacterias, parásitos, pelos, plumas, polen (entre otros), presentes en determinados ambientes laborales, que pueden desencadenar enfermedades infecto contagiosas  reacciones alérgicas o intoxicaciones al ingresar al organismo.
Como la proliferación microbiana se favorece en ambientes cerrados, calientes y húmedos, los sectores más propensos a sus efectos son los trabajadores de la salud, de curtiembres, fabricantes de alimentos y conservas, carniceros, laboratoristas, veterinarios, entre otros.

Igualmente, la manipulación de residuos animales, vegetales y derivados de instrumentos contaminados como cuchillos, jeringas, bisturís y de desechos industriales como basuras y desperdicios, son fuente de alto riesgo. Otro factor desfavorable es la falta de buenos hábitos higiénicos.

FACTORES DE RIESGO PSICOSOCIAL: La interacción en el ambiente de trabajo, las condiciones de organización laboral y las necesidades, hábitos, capacidades y demás aspectos personales del trabajador y su entorno social, en un momento dado pueden generar cargas que afectan la salud, el rendimiento en el trabajo y la producción laboral.



FACTORES DE RIESGOS FISIOLÓGICOS O ERGONÓMICOS: Involucra todos aquellos agentes o situaciones que tienen que ver con la adecuación del trabajo, o los elementos de trabajo a la fisonomía humana.


FACTORES DE RIESGO QUÍMICO: Son todos aquellos elementos y sustancias que, al entrar en contacto con el organismo, bien sea por inhalación, absorción o ingestión, pueden provocar intoxicación, quemaduras o lesiones sistémicas, según el nivel de concentración y el tiempo de exposición.

FACTORES DE RIESGO FÍSICO: Se refiere a todos aquellos factores ambientales que dependen de las propiedades físicas de los cuerpos, tales como carga física, ruido, iluminación, radiación ionizante, radiación no ionizante, temperatura elevada y vibración, que actúan sobre los tejidos y órganos del cuerpo del trabajador y que pueden producir efectos nocivos, de acuerdo con la intensidad y tiempo de exposición de los mismos.



FACTORES DE RIESGO ARQUITECTÓNICO: Las características de diseño, construcción, mantenimiento y deterioro de las instalaciones locativas pueden ocasionar lesiones a los trabajadores o incomodidades para desarrollar el trabajo, así como daños a los materiales de la empresa, como:



Factores de riesgo eléctricos: Se refiere a los sistemas eléctricos de las máquinas, equipos, herramientas e instalaciones locativas en general, que conducen o generan energía y que al entrar en contacto con las personas, pueden provocar, entre otras lesiones, quemaduras, choque, fibrilación ventricular, según sea la intensidad de la corriente y el tiempo de contacto.



Factores de riesgo mecánico: Contempla todos los factores presentes en objetos, máquinas, equipos, herramientas, que pueden ocasionar accidentes laborales, por falta de mantenimiento preventivo y/o correctivo, carencia de guardas de seguridad en el sistema de transmisión de fuerza, punto de operación y partes móviles y salientes, falta de herramientas de trabajo y elementos de protección personal.


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viernes, 20 de septiembre de 2013

Dormir Repara tu Cerebro


El sueño aumenta la reproducción de las células que participan en la formación de la mielina, el material aislante en las proyecciones de las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal, según un estudio que publica la revista Journal of Neuroscience.


Desde hace años, los científicos saben que muchos genes se activan durante el sueño y se apagan en los períodos de vigilia. Sin embargo, no estaba claro de qué modo  afecta el sueño a ciertas células específicas como los oligodendrocitos, que producen la mielina en el cerebro sano y responden a una lesión. De manera similar al aislamiento que rodea un cable eléctrico, la mielina permite a los impulsos eléctricos moverse rápidamente de una célula a la siguiente.



En el nuevo estudio, Chiara Cirelli y sus colegas de la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, midieron la actividad genética en oligodendrocitos de ratones que durmieron o fueron obligados a permanecer despiertos. El equipo identificó que los genes que promueven la formación de la mielina se activan durante el sueño, mientras que los implicados en la muerte celular y la respuesta al estrés celular se encienden cuando los animales despiertan. Por si fuera poco, un análisis adicional reveló que la reproducción de las células precursoras de oligodendrocitos se duplican durante el sueño, especialmente durante el movimiento rápido de los ojos, es decir, en la fase del sueño denominada REM.

A la vista de los resultados, Cirelli sospecha que la pérdida extrema y/o crónica de sueño podría agravar algunos de los síntomas de la esclerosis múltiple (EM), una enfermedad que daña la mielina.

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