viernes, 11 de octubre de 2013

5 CLAVES PARA MEJORAR TU AUTOESTIMA


La autoestima es la opinión que tienes de ti. Algunas personas se tienen en un alto concepto; son esas que se creen valiosas y capaces. Otras, por el contrario, sufren del síndrome de “poca cosa” –se sienten inseguras e inferiores a los demás. Las primeras suelen vivir relajadas y felices y, sobre todo, con más éxito que las segundas, pues se sienten capacitadas para enfrentar los retos de la vida y merecedoras del éxito. Salta a la vista que tener un sano nivel de autoestima es vital para el bienestar total. Para fortalecerla y elevarla:

1. Refuerza la voz positiva
Haz una lista de las cosas que haces bien, tus talentos o aptitudes y tus mejores cualidades. Nada es insignificante: “Sé escuchar”; “Soy amigable”: “Tengo facilidad para los números”; “Cocino muy bien”. Repásala todos los días. Recuerda: la baja autoestima es el resultado de concentrarte en los signos de menos (reales o imaginarios), no en los de más. Este paso te ofrece una perspectiva más amplia.

2. Aprende a tratarte con respeto y consideración
Cultiva tu bienestar total. Para ello debes conocerte y saber qué necesitas para sentirte una persona realizada y feliz. ¿Comenzar un plan de ejercicios? ¿Cortar con una relación tóxica? ¿Capacitarte para un mejor puesto en el trabajo? ¿Invertir más tiempo en tus pasatiempos favoritos? Hacer el esfuerzo de llenar tu vida de todas esas cosas que te nutren en mente, cuerpo y espíritu, es un paso importante para sentirte un ser valioso y merecedor del respeto propio y ajeno.

3. Escucha tu monólogo interior
¿Qué te dices cuando intentas algo nuevo, si cometes un error o incluso al recibir un elogio? Tal vez “No sirvo para esto”; o “Ella dice eso porque no me conoce”. Préstale atención a tus pensamientos, pues estos te revelan la opinión que tienes de ti; ellos son la base de tu autoestima.



4. Aprende a identificar la voz negativa
Ahora que tomas nota del constante monólogo interno, aprende a reconocer a ese crítico. Quizás es un eco de alguien en tu pasado, un familiar o maestro que tú has interiorizado. Es ese que generaliza: “Siempre te equivocas”; o el que te etiqueta: “Eres un/una…”.

5. Desmiente y contra-ataca

De acuerdo con los sicólogos, reconocer la voz de ese crítico interior es la mitad de la batalla. Ya estás consciente de lo que te dices y del efecto que esto tiene en ti. Ahora puedes desmentirlo: “No es cierto que siempre me equivoco”. Acto seguido, recuerda todas las veces que NO te equivocas.



Fuente : http://vidasana.about.com

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lunes, 7 de octubre de 2013

Tips para el Manejo de la IRA




El enojo es una emoción natural de todo ser humano, es parte de nosotros mismos y aunque en nuestra cultura el enojo no es algo muy aceptable  no podemos negarlo ya que también es una forma de expresión  ¿Pero que pasa cuando esta forma de expresión se vuelve  ÚNICA  ante situaciones de estrés? 



El reaccionar de una forma repetidamente se forma una costumbre, por lo tanto a mas usemos una forma de expresión mas natural saldrá la próxima vez que sienta que me enojo. Esto en un futuro se pude volver una reacción que no discrimina cuando debo enojarme y un estado constante de enojo o ira y reaccionar así en cada ocasión lo amerite o no. 

Para esto se propone un ejercicio muy sencillo : 



1-Apunte en una hoja las situaciones en que ha perdido el control de la ira. Vea en estas situaciones que sintió o pensó . Trate de ver si hay un patrón (ejemplo: me enoje 5 ocasiones en esta semana, todas fueron con diferentes personas pero en todas me sentí atacado). 



2- Si hay un patrón  vea que tan realista es la sensación que experimento "¿Todos me atacaron? o en realidad solo lo interprete así y solo fueron duros o me decían las cosas por mi bien pero no con afán de atacarme? "






3- Desafíe  sus pensamientos. Si cree que lo están atacando, dude un poco de esto, vea que otra buena razón tienen estas personas para ser así, busque una explicación alterna a esta interpretación  (Tal vez no es un ataque, tal vez así se comporta con toda la gente pero no es su intención hacerme sentir atacado). 



4- Apunte estas explicaciones alternas, tráigalas a la mano y úselas para si mismo. (Me siento que voy a enojarme pero me detengo un momento y pienso en mis explicaciones alternas) 



5- Vea como poco a poco el reflejo del enojo va disminuyendo, compruebe que hay formas alternas de obtener respuestas y no solo enojandonos (habrá veces en que sera necesario expresar el enojo y esta bien, hay gente que solo al vernos enojados reacciona, pero también es ver que la mayoría de la gente no necesita que estemos enojados para que reaccionen positivamente ante lo que pedimos o queremos.)


No es tan difícil como se cree, ¿ Qué esperas? aprende ya a manejar tu IRA 

Fuente : http://www.taringa.net

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jueves, 3 de octubre de 2013


Si tienes este tipo de personas en tu equipo es mejor deshacerte de ellas antes de que afecten el clima laboral de tu empresa.


Desde un proceso de contratación a consciencia hasta un programa de entrenamiento intensivo; quizás hayas hecho todo lo que estaba en tus manos para encontrar y preparar a los mejores empleados para tu empresa. Pero no existe ningún sistema completamente infalible, y a veces una ‘manzana podrida’ puede colarse en tu equipo. 


Claramente, algunas personas necesitan sólo un cambio de dirección para ir por el buen camino, por lo que corregir ciertos comportamientos debe ser tu primer paso. Pero en otras ocasiones, los empleados pueden ser tan tóxicos que podrían contaminar todo tu espacio laboral, afirma Suzanne Benoit, fundadora de Benoit Consulting Services. 


“Puedes tener a alguien que sea muy bueno, pero que hace que otras personas de la oficina se vayan llorando a casa”, dice Benoit. “Si tienes personas que están interfiriendo con el desempeño de otros, entonces debes considerar despedirlas”.



Es una buena idea consultar con un consejero legal antes de despedir a alguien por su comportamiento, de tal manera que te protejas. Pero en la experiencia de Benoit existen tres tipos de empleados que te conviene sacar de tu empresa cuanto antes: 


1. El intocable: Si alguien se ha hecho a sí mismo “invaluable” o ha construido una relación demasiado cercana a alguien poderoso dentro de la empresa y está usando su posición para molestar a otros o recibir un tratamiento preferencial, la situación puede convertirse en dañina para tu empresa. Benoit ha visto situaciones en las que el dueño de la empresa ha renunciado a mucho control y se lo ha otorgado a un asistente o subordinado, al grado de temer despedir a esa persona. 



Quizás tu asistente o alguien de tu equipo esté cruzando la línea de su autoridad; o un vendedor novato está dando órdenes en toda la oficina. Si ves este tipo de comportamiento o sientes que hay una sensación de superioridad en algún empleado es momento de investigar la fuente y de ser necesario despedir. 

2. El agitador: Éste es el tipo de personas que pone a un colega contra otro usando los chismes, los rumores o las insinuaciones. El agitador puede encontrarse en el centro de cualquier drama oficinista, posiblemente observando y hasta comiendo unas palomitas. Y mientras que los argumentos pudieran parecer sin sentido, esta persona está causando alteraciones repetidas en el espacio de trabajo, lo que disminuye tu productividad y la lealtad de los empleados. 


Cuando hay una discordia repetida en tu oficina, fíjate en la persona que parece estar orquestándola; probablemente tratando de actuar como ‘intermediario’ o incluso comentándote varios eventos que ocurren en la oficina con el fin de involucrarte. Después, ten una discusión franca con esa persona de tus expectativas sobre cómo esperas que se comporte tu equipo. Si eso no funciona, debes despedir.

3. El renegado: A pesar del entrenamiento y de la corrección constante, esta persona simplemente no sigue las reglas y pone tu empresa en peligro. Ya sea no usando el casco protector en espacios de construcción o tomando decisiones que no están autorizados para tomar, los renegados están determinados a hacer las cosas a su modo. 


Este tipo de actitudes pueden terminar en una pérdida de clientes o hasta en amenazas para la seguridad. Y lo peor: cuando otros empleados vean que no todos siguen las reglas, podrían generarse más renegados.

NotiSeguridad: ¡Dale CLICK a tu bienestar!